El PP rechaza una moción en este sentido y el senador socialista balear recuerda que el Parlamento de Balears siempre se ha pronunciado en contra de las prospecciones, tanto en 2011 como ahora.

Apunta que si se trata de una cuestión económica, las prospecciones son incompatibles con el turismo y explica que "estamos poniendo en peligro una de las industrias más prósperas de España que crea muchos puestos de trabajo y da de comer a muchas familias. Además, estamos hablando de una de las regiones turísticas más importantes del mundo"

El senador socialista por la Comunidad Autónoma de Illes Balears, Francesc Antich, insistió, esta mañana, en reclamar que se paralicen las prospecciones previstas o en realización en las Illes Balears. Antich defendió una moción en la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Senado en la que se trasladaba la Declaración Institucional del Parlamento de les Illes Balears, de fecha 11 de febrero del 2014 para frenar este tipo de actividades. La propuesta fue rechazada debido al voto en contra del Partido Popular que cuenta con mayoría absoluta en la Cámara Alta.

El parlamentario subrayó que el Parlamento de Balears siempre se ha pronunciado en contra de las prospecciones, tanto en 2011 como ahora, y respondió al portavoz del PP indicando que "si se trata de una cuestión económica, las prospecciones son incompatibles con el turismo". En este sentido, apuntó que "estamos poniendo en peligro una de las industrias más prósperas de España que crea muchos puestos de trabajo y da de comer a muchas familias. Además, estamos hablando de una de las regiones turísticas más importantes del mundo".

Además de a la declaración Institucional del Parlamento Balear, Francesc Antich también se refirió a los contundentes informes de la Comisión Balear de Medioambiente que establecen que sólo la sísmica supone la posibilidad de grandes impactos. Dichos informes indican que los cañonazos acústicos producidos superan, en mucho, los umbrales que la comunidad científica fija como mínimos para que produzcan daños, que la contaminación acústica puede desplazarse horizontalmente, sin previsión de su alcance, con repercusiones significativas sobre los organismos pelágicos y bentónicos, y que hay indicios demostrados de afección irreversible a cetáceos, tortugas y especies de calamares gigantes y recursos pesqueros después de prospecciones sísmicas en las que se han utilizado pulsos acústicos de alta energía y baja frecuencia.

A continuación, Francesc Antich subrayó que la Comisión advierte de que al ser la finalidad última de las prospecciones la extracción de hidrocarburos, dado el riesgo de vertidos y trasiego de barcos, representa un grave peligro para la actividad turística, actividad de la que depende la economía de les Illes Balears.

A todo ello hay que añadir que las prospecciones en trámite o aprobadas se extienden a lo largo de todo el Mediterráneo español, un mar cerrado donde los impactos se multiplican y se transfieren con facilidad de unas zonas a otras, poniendo ello en peligro la actividad turística y pesquera de la Costa de Baleares, pero también de la Costa del Sol, Valencia, Cataluña o Murcia.

Antich destacó, por otra parte, que es cierto que se exigen evaluaciones de impacto ambiental pero puntualizó que se hacen al amparo de una ley de hidrocarburos no solo permisiva sino fomentadora de prospecciones tal y como manifiesta el Tribunal Supremo. En este sentido, matizó que "las evaluaciones siguen realizándose por fases, incumpliendo las normativas europeas y españolas cuyo objetivo es evaluar los efectos totales del proyecto, no permitiendo el fraccionamiento cuando se trata de un mismo proyecto y de un mismo espacio de incidencia".

El senador balear aclaró que las evaluaciones son deficientes si se siguen encadenando permisos, sin tener en cuenta los efectos del conjunto de los mismos y salvando, así, los parámetros máximos de la ley: "Frente al Golfo de León se tramitan hasta doce permisos distintos encadenados unos a otros, cuando la normativa fija un espació máximo para cada permiso".

Seguidamente, denunció que "tampoco se evalúan los efectos de distintos permisos que, aunque estén en distintas zonas, por su proximidad y por la singularidad de las características del mar, pueden tener un efecto sinergia acumulativo. Es el caso de los permisos del Golfo de Valencia, con los permisos de ampliación de Casablanca, con los de la operadora Espectrum, y con los del Golfo de León, o los permisos de Siroco, Chinook, el Mar de Alborán, en la Costa del Sol".

"Lo lógico, concluyó, después de los resultados del proyecto Castor sería aplicar el principio de precaución, en aquel proyecto, salvando las distancias, también había informes de impacto y, sin embargo, pasó lo que pasó. Por todos estos motivos, explicó, el Parlamento de les Illes Balears y el Grupo Socialista solicita la paralización de las prospecciones y nosotros, también mediante la presente moción".