El Ayuntamiento de Sant Josep duplica los fondos a las personas afectadas por la crisis de la COVID-19

El Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia lleva ha elaborado una modificación presupuestaria para incrementar en 500.000 euros la partida de ayudas para cubrir las necesidades básicas de las personas del municipio afectadas por la crisis económica derivada de la COVID-19. La modificación de crédito se hará con cargo al remanente de tesorería, que a día de hoy asciende a más de 34 millones y medio de euros.

El regidor de Hacienda, Vicent Roselló, ha argumentado el aumento de los fondos destinados a ayudar a las familias y personas afectadas por la crisis económica derivada de la COVID-19 en el incremento de usuarios de los servicios sociales a raíz de la pandemia y «el agotamiento de la partida de 400.000 euros que se destinó inicialmente a atender específicamente estos casos, al margen de la cobertura de las necesidades básicas para el resto de usuarios de los servicios sociales, a los que hay destinados 280.000 euros» en los presupuestos.

Justo es decir que la previsión inicial se ha visto superada por las demandas de ayudas destinadas a la cobertura de necesidades básicas, principalmente para la compra de alimentos, de personas en una situación de vulnerabilidad que los servicios sociales municipales relacionan directamente con la actual crisis económica.

El regidor de Asuntos Sociales, Patxi Vives, ha recordado que en el primer trimestre del año «se ha multiplicado por cuatro el número de familias atendidas por los servicios sociales, que han pasado de los 96 casos del año pasado, justo antes de la pandemia, a los 475 que se han atendido en este año». Esto también ha supuesto que las ayudas concedidas se hayan quintuplicado comparando los dos periodos: «Si el año pasado se concedieron 45.000 euros en ayudas de alimentos en los primeros tres meses del año, en este 2021 la cantidad ya subía a los 250.000 euros a finales de marzo y a día de hoy la partida está prácticamente agotada», ha explicado Vives.

Los nuevos demandantes de ayuda de los servicios sociales también se han disparado, pasando de las 322 personas del año pasado a los 1.300 que se han atendido en 2021. Justo es decir que las ayudas económicas que entregan los servicios sociales se hacen mediante una tarjeta monedero que se va recargando según el caso. «Suprimimos los vales ya hace tiempos porque contribuyen a estigmatizar los usuarios, mientras que el pago electrónico está tan generalizado ya la persona que usa una tarjeta del Ayuntamiento no se diferencia del resto de los vecinos, entre otras muchas virtudes de este sistema», asegura el regidor.

Vives ha mostrado también su preocupación por el hecho que la duración que está teniendo esta crisis «contribuye a cronificar la situación de usuarios que llegan a tocar fondo y ya no tienen fuerzas para salir de la situación de exclusión en que han caído. El reto que tenemos por delante es el de poderlos ayudar a reinsertarse laboralmente, familiar y social».

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